El día lluvioso nos impidió realizar la ascensión al castillo de Cox y nos tuvimos que refugiar en la biblioteca de este pueblo en el que vivió Miguel Hernández con su esposa, Josefina Manresa. Aprovechamos para mostrarnos los blogs en los que estábamos trabajando los dos centros. Luego, visita a un molino del S. XVII donde nos esperaba nuevamente una teatralización: Miguel Hernández y Josefina dialogaron y recitaron poemas; él joven; ella, ya mayor, recordando su relación.
Volvimos a Orihuela, donde Aitor nos esperaba nuevamente para completar la ruta hernandiana. Nos mostró el lugar exacto en el que detuvieron a Miguel Hernández, la casa donde nació y vivió hasta que a los cuatro años la familia se trasladó a la calle de Arriba, donde se encuentra ahora la Casa-Museo, la estatua de Gabriel Miró, uno de los pocos monumentos de la época del poeta que se conservan en Orihuela, y el seminario en lo alto, dominando toda la ciudad.
Volvimos a Orihuela, donde Aitor nos esperaba nuevamente para completar la ruta hernandiana. Nos mostró el lugar exacto en el que detuvieron a Miguel Hernández, la casa donde nació y vivió hasta que a los cuatro años la familia se trasladó a la calle de Arriba, donde se encuentra ahora la Casa-Museo, la estatua de Gabriel Miró, uno de los pocos monumentos de la época del poeta que se conservan en Orihuela, y el seminario en lo alto, dominando toda la ciudad.
Después de comer, y a pesar del mal tiempo, realizamos las actividades de vela y kayak, siguiendo los sabios consejos de Quico: “no bajéis nada de valor a la playa, ni siquiera gafas; si no veis muy bien, tampoco tiene mucho misterio: lo azul es el mar y lo marrón la tierra”. ¡Viva el humor cartagenero!
¡A la playa! |
Algunos alumnos con Miguel, preparando la embarcación. |
También practicamos kayak. |
Una demostración de lucha canaria. |
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